Alfa Romeo Giulia Sprint GTA (1968)
Serie Car Culture Spettacolare
HOT WHEELS PREMIUM
JL


cuando desde la Anonima Lombarda Fabbrica Automobili comenzaban a trabajar en la búsqueda de una macchina capaz de sustituir a la popularmente conocida como novia de Italia, el exitoso Giulietta de 1954, un vehículo que había sido fundamental para el desarrollo de la enseña milanesa desde su salida al mercado pero cuya vida comercial comenzaba a llegar a su fin.
Corría el año 1960


Sería el diseñador Giuseppe Scarnati el encargado de dar vida al nuevo Tipo 105, que vería la luz en el Circuito de Monza un 27 de junio de 1962 bajo la denominación de Giulia TI (acrónimo de Turismo Internazionale). Un año después y de la mano de Giovanni Bertone, Alfa Romeo mostraba al mundo las líneas de su nuevo Sprint GT, un precioso coupé en configuración 2+2, ligero y elegante, diseñado sobre la plataforma acortada del Giulia TI y que también heredaba de este, junto con la propulsión trasera, el motor de 1600cc.
Resultaría ese Sprint GT el elegido para colmar las ansias alfistas de contar con un verdadero turismo de carreras con el que aumentar su extenso palmarés deportivo y sería Autodelta, el departamento de competición de la firma, el encargado de modificar un automóvil que estaba al límite del reglamento de la FIA por aquel entonces.
Presentado al mundo en el Salón de Ámsterdam de 1965, el Giulia Sprint GT Allegerita (aligerado) supuso un verdadero éxito para la marca en todos los sentidos. Fabricándose únicamente 501 ejemplares del mismo (eran necesarios 500 vehículos para la homologación de la FIA), se vendía en dos versiones diferentes que el cliente debía elegir al realizar el pedido: stradale (de calle) con 115cv de potencia y corsa (de competición), con 170cv.
Desde Autodelta se había decidido aligerar el peso de la carrocería empleando acero de menor calibre en determinadas zonas y sustituyéndolo directamente por una aleación de aluminio y magnesio en otras. También se reemplazaban las ventanillas clásicas por otras de plexiglás, se cambiaban elementos mecánicos por otros fundidos en magnesio e incluso se diseñaban, por parte de Campagnolo, unas nuevas llantas aligeradas. Todo esto hacía adelgazar un 20% al Giulia, quedándose el conjunto en unos escasos 750kg.


El GIULIA SPRINT GTA
Para la parte mecánica, la división de competición milanesa optaba por el motor de 1600cc con culata Marelli de doble encendido (empleada en el Ferrari Dino), carburadores Weber de dos barriles de 45mm y árboles de levas renovados. Se añadían también suspensiones reforzadas, frenos DUNLOP y un nuevo cambio de marchas de relación cerrada.
El GTA se comercializó hasta 1969 y su popularidad en competiciones de turismos fue tan alta que propició la aparición de otras versiones aún más especiales, como los GTA Junior de 1968 y 1970 o las posteriores evoluciones GT Veloce, como los 1750 GTV con sus 2 litros de cilindrada o el 2000 GTV. Aunque sería sin duda el 1750 GTAm, Allegerita Maggiorata, la versión más radical y deseada de todos los Giulia salidos de la plata de Arese.
Lanzada por Autodelta en 1969, se trataba de un Grupo 2 exclusivo para competición. Las puertas, el capó y otros elementos de la carrocería eran fabricados directamente en aluminio, si no en plástico ligero, y la nueva cilindrada junto con la inyección de combustible permitían al motor llegar hasta los 240cv de potencia con un peso total del conjunto de tan solo 920kg. Un verdadero cohete.


Y ya en 1975 tras una década de brillante trayectoria deportiva, ostentando el más laureado palmarés de la marca milanesa y con varios Campeonatos Europeos de Turismo en su haber, el GTA cesaría su producción, siendo sucedido por el Alfetta GTV Turbodelta.
PERO eso, ya sería otra historia...
ANALIZANDO EL MODELO
¿Es lo mismo un Giulia Sprint GTA que un Giulia Sprint GTA 1300 Junior? Esa fue la pregunta que me hice a mi mismo el día que retiré esta pequeña belleza de su embalaje de plástico.


Volviendo al coche en si y como ya he mencionado, estamos ante una de las decoraciones más bonitas de este 2023. Perteneciente a la serie Car Culture Spettacolare, este GTA 1300 Junior es uno de esos imprescindibles que todo coleccionista de Hot Wheels que se precie debería tener en sus vitrinas.
Las ruedas de goma y una tampografía bastante correcta son las cartas de presentación del modelo. Un discreto color gris luce sobre sus llantas, que aún teniendo un buen diseño, podrían haber sido una reproducción a escala de las reales y le habrían otorgado al coche una imagen mucho más cuidada. Del chasis, metálico como corresponde su gama, no podemos decir demasiadas cosas positivas más allá del material con el que está construido, ya que es de largo el más flojo y menos trabajado de todos los que han pasado por mis manos. Sirva como ejemplo de lo que digo, el hecho de que ni tan siquiera tenga recreado el tubo de escape.


Esta carencia de finura se compensa en parte con un frontal realmente precioso, con una parrilla muy cuidada, a pesar de la ausencia del logo de Alfa Romeo, y unos faros muy logrados. Sobre el capot del Giulia y en el mismo color verde del cuadrifoglio y de la línea que recorre todo el lateral del coche, el símbolo de la Familia Visconti, presente en el escudo de la marca desde 1910. Para rematar, y con matrícula de Milán incluida, la zaga luce elegante la denominación del modelo sobre unos bonitos pilotos traseros.
En cuanto a la carrocería, nos encontramos de nuevo con la incomprensible ausencia de espejos retrovisores en un modelo Premium (ausencia que no me cansaré de criticar) y con una pintura brillante de color blanco que, al menos en mi unidad, se ve afeada por unas horrorosas motas de polvo bajo el barniz. Por lo demás, bastante correcta.
Los interiores, en color negro, están fielmente reproducidos, destacando la ausencia del asiento del copiloto como en el modelo real y las preceptivas barras antivuelco de rigor.
Resumiendo, Hot Wheels nos deja un sabor un tanto agridulce con este GTA 1300 Junior a pesar de lo bonito que resulta a primera vista. La falta de sintonía entre modelo y tarjeta y la ausencia de pulcritud en ciertos detalles le hacen perder puntos en la nota final.




NOTA FINAL: 3 RUEDAS




La tarjeta no es correcta del todo, no tiene espejos retrovisores, llantas mejorables, polvo bajo el barniz.

Tampografía muy bonita, chasis metálico, aspecto general.




Puede que para el cliente generalista de Hot Wheels, el hecho de que el embalaje haga referencia a una versión genérica y el coche resulte ser una concreta dentro de la familia GTA, no sea importante. Pero desde mi punto de vista, que la tarjeta y la tampografía del coche no estén en sintonía es un error considerable para un producto de la gama Premium.
No es algo que disminuya el buen trabajo realizado con esta reproducción, pero si creo que son este tipo de detalles los que Mattel debería cuidar un poquito más. Eso y las motas de polvo bajo el barniz, evidentemente.
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