Mercedes Benz 280 SEL 4.5 (1972)
Serie Car Culture AutoStrasse
HOT WHEELS PREMIUM
JL


Corría el año 1961 cuando los modernos coupés y descapotables diseñados por Paul Breqc para Daimler Benz, hacían patente la necesidad de actualizar la visualmente desfasada serie W111/112. Los colas, como eran popularmente conocidos por su estética americanizada, habían supuesto para la marca un gran acicate en las ventas y un enorme avance técnico en materia constructiva, pero las nuevas modas imperantes, unidas a un excesivo parecido con la económica clase W110, precipitarían su final tras solo tres años de producción.
Su sustituto, que acabaría revelándoselo en los años posteriores como un sedán clásico, elegante y robusto, sería presentado al público europeo durante la celebración del Salón del Automóvil de Frankfurt de 1964. De aspecto imponente, aunque relativamente austero en comparación con los habituales estándares de la marca, la nueva serie W108/109 destacaría exteriormente por una gran parrilla cromada y unos generosos faros antiniebla, que junto a las nuevas ópticas dobles en posición vertical y el aumento de las cotas exteriores, darían al conjunto una imagen realmente poderosa. La línea lateral del coche, con una cintura más baja de lo habitual y una gran superficie acristalada, se prolongaría de forma sencilla y elegante hasta la zaga trasera, dónde unos pilotos de nueva factura rematarían el conjunto.


El interior, que resultaría amplio y confortable, contaría con comodidades impensables para la época como los asientos calefactados, el sistema de climatización, los elevalunas eléctricos, o el techo corredizo automático. Sus 4,9 m de longitud, 1,8 m de anchura y 1,4 m de altura le proporcionarían un generoso espacio para sus ocupantes y los 521 litros de capacidad del maletero, un cofre casi infinito para el equipaje.
Con un peso total en orden de marcha que rondaba los 1500 kg, Mercedes Benz aprovecharía en un principio el tirón de la serie W112 y ofrecería dos chasis diferentes con distintas longitudes entre ejes, denominándolas como W108 (estándar) y W109 (larga). No sería hasta el año 1968 cuando con la llegada de nuestro protagonista se introduciría la nueva denominación SEL, abandonando así la doble nomenclatura.
La gama inicial de modelos adoptaría los motores en línea de la generación anterior, y estaría compuesta por tres W108 (250 S, 250 SE y 300 SEb) y un único W109 (300 SE). El M180 de 2,2 litros y 129 cv (250 S) se ampliaría hasta los 2,5 litros y emplearía carburadores descendentes duales de dos barriles. El M129 (250 SE) añadiría a la configuración anterior un nuevo sistema de inyección de combustible que le proporcionaría 21 cv más y una velocidad máxima de 193 km/h.
Y por último el motor M189 de 3 litros proveniente del Mercedes 300 "Adenauer", que con un sistema mecánico de inyección de combustible Bosch que calibraba la mezcla de combustible óptima automáticamente en función de la posición y el movimiento del pedal del acelerador, la velocidad del motor, la presión atmosférica, la temperatura del agua y las condiciones de conducción, entregaba 170 cv a 5.400 rpm, catapultando a los 300 SEb y 300 SE hasta los 200 km/h en tan solo 12 segundos.
En diciembre de 1967, el ingeniero Erich Waxenberger, propondría a la dirección de la firma montar un enorme motor V8 de 6,3 litros proveniente de un Mercedes 600 sobre un chasis W109. Su idea, que daría como resultado el modelo 300 SEL 6.3, supondría el nacimiento de facto de los conocidos como sleepers cars, automóviles discretos de grandes prestaciones pero con aspecto de vehículo de serie. El 300 SEL 6.3, que sería capaz de alcanzar los 100 km/h en tan solo 6,5 segundos y arrojaría una velocidad punta de 220 km/h, se convertiría en el sedán de producción más rápido del mundo, título que mantendría durante muchos años.


En enero de 1968, Mercedes Benz presentaría en el Salón del Automóvil de Bruselas una gama totalmente renovada. Los modelos 250 S y 250 SE serían reemplazados por los 280S (2,8 litros y carburador) y 280 SE (mismo cubicaje pero con inyección de combustible), mientras que los 300 SEb y 300 SE montados sobre la plataforma W109 desaparecerían del catálogo alemán. En su lugar la firma de la estrella ofrecería un nuevo 280 SE "largo", que combinaría una gran distancia entre ejes con una terminación básica. Meses después, este modelo sería renombrado como 280 SEL.


El 280 SEL 4.5
Durante la celebración del Salón de Frankfurt de 1969 y aprovechando la gran aceptación del 300 SEL 6.3, Mercedes Benz lanzaría un nuevo motor V8 de 3,5 litros y 200 cv de potencia que estrenaría el novedoso sistema de inyección de combustible D-Jetronic de Bosch. El M116, que se comercializaría bajo los nombres de 280 SE 3.5, 280 SEL 3.5 y 300 SEL 3.5, afianzaría las importaciones de la marca y mejoraría su cuota de mercado en países como Estados Unidos, dónde la introducción de los motores V8 permitiría a los germanos competir, de tú a tú, con las grandes marcas de lujo del país.
Pero no sería hasta la primavera de 1971 cuando nuestro protagonista haría su aparición en los concesionarios norteamericanos. El Mercedes 280 SEL 4.5, que únicamente se vendería en los Estados Unidos, nacería gracias a las estrictas normas regulatorias sobre control y emisión de gases de dicho país. Con un motor que mantendría los 8 cilindros en V pero modificaría su cubicaje hasta los 4,5 litros, el 280 desarrollaría 200 cv de potencia a 5000 rpm, logrando alcanzar los 195 km/h en tan solo 9,3 segundos. La caja de cambios para esta versión sería únicamente automática y de tres velocidades.


En otoño de 1972 durante la celebración del Salón del Automóvil de París y tan solo un año después de su puesta de largo, el 280 SEL 4.5 sería sustituido junto con el resto de sus hermanos de gama por una nueva generación de vehículos. La serie W116, con sus característicos faros horizontales, haría su entrada triunfal en la historia de la firma germana por la puerta grande.
Pero eso, ya sería otra historia...
ANALIZANDO EL MODELO
A mi juicio nos encontramos ante una de las mejores reproducciones de Hot Wheels del pasado año 2022. Englobado en la colección Car Culture AutoStrasse de la gama Premium, el Mercedes llama la atención poderosamente desde el primer vistazo.
Como es habitual en los productos Premium de la marca, las ruedas son de goma. Enmarcadas por estas, encontramos unas bonitas llantas que sumadas a la suspensión rebajada en altura, otorgan al coche un estilo racing muy característico. Los paragolpes traseros y delanteros, junto con la parrilla central y los faros delanteros, están realizados en un plástico símil-cromo muy correcto y con un nivel de detalle que resulta de alabar.


El chasis metálico, tiene un nivel muy correcto de reproducción en lo que a los bajos del vehículo se refiere. Quizá el tubo de escape podría estar mejor rematado, pero es un detalle que tampoco llama la atención en exceso y que pasa desapercibido al observar el conjunto.
En cuanto a la carrocería, me gustaría empezar poniendo un "PERO" mayúsculo: el coche no tiene espejos retrovisores. Creo que este asunto, por desgracia bastante extendido en los Premium de Hot Wheels, es algo que la marca debería solucionar. No me parece de recibo que multitud de vehículos de la gama básica vengan de fábrica con espejos fielmente reproducidos y estos, que además casi quintuplican el precio en tienda, carezcan de ellos.


Dejando a un lado esa carencia, pocos defectos más pueden sacársele a la carrocería. Las manetas de las puertas y las líneas cromadas central y posterior, se nos presentan pintadas y muy bien detalladas. La tampografía del modelo, que es sencillamente espectacular, tiene su súmmum en la denominación trasera de modelo y cilindrada. Cuesta mucho quitar la vista de ese detalle tan bien reproducido, aunque la matrícula y los faros traseros también resultan impecables. Un gran trabajo el realizado por Mattel en la zaga de este Mercedes.
Los interiores pintados en un correcto tono chocolate aportan elegancia al conjunto, y ciertos detalles como los efectos cromados en los marcos de las puertas y lunas, las luces americanas laterales en ambos extremos o las cortinillas simuladas en las ventanillas traseras, confirman mi planteamiento inicial sobre esta pequeña joya.
Resumiendo, Hot Wheels nos regala con este coche una muestra de lo que es capaz de hacer con su gama Premium si se lo propone. Y aunque aún haya margen de mejora, el camino tomado con este Mercedes Benz 280 SEL 4.5 de 1972, es a mi modo de ver las cosas, el que debería seguir en futuras reproducciones.






NOTA FINAL: 4 RUEDAS




No tiene espejos retrovisores. Se echa en falta la estrella de la marca sobre el capó.


Buena tampografía, símil-cromo muy logrado, chasis metálico.


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