Volvo 142 GL (1973)
Serie Car Culture AutoStrasse
HOT WHEELS PREMIUM
JLC


Corría el año 1960 cuando desde la dirección de Volvo se decidía dar luz verde al proyecto P660 con el fin de encontrar un sustituto para el Amazon de 1956, cuya carrocería tipo "pontón" inspirada en los viejos automóviles norteamericanos de principios de los 50 comenzaba a notarse algo desfasada. Para ello, el director de la firma Gunnar Engellau, se pondría personalmente al frente de un plan que buscaría desarrollar un automóvil de nueva factura que debía ser más grande, tener capacidad para cinco personas y mantener al mismo tiempo el peso y rango de precios de su antecesor.
Y aunque estas características resultarían primordiales para el directivo, la auténtica bandera del proyecto sería la que desde aquel entonces se convertiría en la principal seña de identidad de la Casa de Gotemburgo: la obsesión por la seguridad.


Al contrario que en modelos anteriores el diseñador jefe de Volvo, Jan Wilsgaard, desarrollaría desde el inicio varias versiones del chasis. La nueva serie que sería bautizada como 140, contaría con un 142, sedán de dos puertas; un 144, sedán de cuatro puertas; y un 145, familiar. Los 140 serían los encargados de estrenar el nuevo esquema numérico de tres cifras con el que la marca denominaría desde entonces a todos sus vehículos: la primera cifra correspondería a la serie, la segunda al número de cilindros y la tercera indicaría el número de puertas.
Toda la Serie 140 contaría con un diseño convencional de tracción trasera y motor delantero, siendo el más que contrastado B18 de cuatro cilindros y 1,8 litros el elegido para dar inicio a la saga. Este motor que ofrecía un rango de potencia que iba desde los 75 hasta los 96cv (esta última versión con carburadores dobles), sería reemplazado al poco tiempo por el nuevo B20 de 2 litros y 82/100cv. También se incorporarían más adelante versiones con inyección electrónica de combustible Bosch D-Jetronic que llegarían hasta los 130cv, aunque únicamente serían comercializados en los acabados E (inyección) y GL (Grand Luxe). La transmisión podía ser manual de cuatro marchas (de serie) y automática de tres (opcional).


Montaría también un avanzado equipo de frenos formado por discos en ambos ejes y un sistema hidráulico de doble circuito en las ruedas delanteras que evitaría que en caso de fallo en alguno de los circuitos, el coche se quedara sin frenos. Este sistema, junto con unas válvulas reductoras que impedían el bloqueo de las ruedas traseras en caso de frenada brusca, resultarían una verdadera revolución para la época.
Igual de revolucionario sería el chasis, que estrenaría una nueva estructura de protección anti-vuelco y zonas deformables en caso de choque. La columna de dirección dividida, un bastidor protegido ante colisiones y la inclusión de serie en todos los modelos de reposacabezas y cinturones de seguridad retráctiles con testigo luminoso, completarían el elenco de avances en seguridad activa y pasiva.


En cuanto al diseño, la Serie 140 respondería al espíritu de funcionalidad escandinava de los años 60 y mostraría unas líneas exteriores rectangulares y limpias, con amplios parabrisas y lunetas y un interior sencillo y muy aprovechable. Y aunque inicialmente mantendría ciertas reminiscencias del Amazon en la rejilla frontal, en las molduras que ensanchaban las puertas bajo las ventanillas laterales o en los faros traseros colocados en posición vertical, las sucesivas modificaciones estéticas recibidas durante su ciclo de vida acabarían alejándolo notablemente de su antecesor.
La Serie 140 supuso para Volvo un importante éxito de ventas (se comercializaron 1.2251.371 unidades), un rotundo éxito de imagen (fue reconocido como el coche más seguro del mundo y premiado con el título de Coche del Año en Escandinavia en 1967) y una verdadera revolución en el diseño de sus automóviles, pues sería esta serie la primera en emplear el característico estilo "cuadrado" que caracterizaría a la marca sueca hasta bien entrada la década de los 90.
EL 142 GL
Un 17 de agosto de 1966 y bajo un férreo estado de alerta motivado por el cerco a unos delincuentes que habían asesinado a dos agentes de Policía, Volvo presentaría su nueva Serie 140 ante los más de 400 periodistas congregados en los salones del hotel Lorensberg de Gotemburgo. Y sería justo un año después de tan estrambótica puesta de largo cuando la planta de Torslandaverken iniciaría la producción de nuestro protagonista, el 142 coupé de dos puertas.


El 142 se convertiría en un vehículo atractivo para el conductor del momento puesto que aunque ofrecería las mismas características técnicas y de diseño que sus hermanos de serie, resultaría algo más liviano que la versión de cuatro puertas. "El coche sensato para la gente sensata" dirían los anuncios de la época.
En 1971 aparecería la versión que nos ocupa, la GL o Grand Luxe, que se desmarcaría del resto de la gama ofreciendo acabados más lujosos en su interior y alguna novedad mecánica como la transmisión manual de cuatro velocidades con sobremarcha. Incorporaría también una nueva rejilla negra con la diagonal de Volvo y unas llantas de nuevo diseño exclusivas para esta versión.


Y tras un 1972 con ligeras modificaciones, la verdadera actualización del 142 aparecería en 1973 con cambios notables en el frontal (se estrenaría parrilla y se modificarían los grupos ópticos delanteros) y con una trasera totalmente renovada de la que desaparecerían los antiguos pilotos verticales para dar paso a unas ópticas de aspecto mucho más moderno.
También se rediseñaría por completo el tablero interior, introduciendo nuevos materiales acolchados y un nuevo diseño de las botonaduras y la instrumentación. Pero a pesar de esta última puesta al día, el 142 solo permanecería un año más en el mercado.
Durante el verano de 1974 la firma sueca anunciaría el final de la Serie 140. Un total de 412.986 unidades del Volvo 142habían salido hasta ese momento de las líneas de montaje escandinavas y por casualidades de la vida, sería precisamente un 142 GL el último en hacerlo.
Y así, tras revolucionar por completo los conceptos de seguridad activa/pasiva y después de siete exitosos años en el mercado, nuestro protagonista cedería el testigo a uno de lo vehículos más icónicos y reconocidos de Volvo a nivel mundial, el Volvo 240.
Pero eso, ya sería otra historia...
ANALIZANDO EL MODELO
A pesar de ser un admirador confeso del diseño escandinavo y un completo fan de casi todo lo que Volvo ha sacado al mercado desde que tengo uso de razón (automovilisticamente hablando), tengo que admitir que la historia y el origen de la Serie 140 me eran totalmente desconocidos. Por ello, me gustaría empezar este análisis agradeciendo a Hot Wheels la reproducción de un coche que no solo me ha permitido ampliar mis conocimientos, si no también disfrutar de varias horas de interesantes lecturas.


Entrando ya en materia, lo primero que llama la atención de este Volvo 142 GL de la colección Car Culture Autostrasse de la gama Premium del fabricante, es su preciosa pintura en color verde turquesa. Me atrevería a decir que es la elección perfecta para la miniatura, pues de todas las tonalidades que ha lucido el coche real, esta es la que mejor le sienta.
La carrocería presenta una buena factura, con detalles como la fina nervadura lateral en símil-cromo, la tapa del depósito de gasolina o las rejillas de ventilación delanteras bajo la parrilla. Las llantas cromadas, sin ser una réplica de las reales, le sientan bastante bien gracias al aspecto "racing" que le ha otorgado el fabricante al simular unas suspensiones rebajadas y retirar los paragolpes delantero y trasero. Huelga decir que monta neumáticos de goma.


En cuanto a la tampografía, el trabajo es el habitual en la gama Premium, con una buena reproducción de los faros y la parrilla delantera y un excelente remate de la parte trasera, con su correspondiente matrícula, la denominación de marca y modelo legibles y unos pilotos perfectamente terminados. El toque vintage que le aporta el indicativo de nacionalidad de Suecia, es un puntito muy de agradecer.
El chasis es metálico y aunque tiene algún detalle podría estar más trabajado. De hecho, el aspecto del tubo de escape resulta excesivamente bruto a poco que uno se fije y no termino de entender por qué no se le ha puesto un poquito más de "cariño" a este pormenor.


Pero si de pormenores y cariño hablamos, no podemos obviar que una vez más Hot Wheels ha decidido que los espejos retrovisores no tienen la menor importancia en una miniatura de la gama Premium como esta, así que en su inmensa sabiduría ha tomado la decisión de no reproducirlos. Ya se que desde esta web resultamos insistentes con este asunto (seguramente hasta pesados), pero no comprendemos como Mattel no corrige el asunto de los espejos de una vez por todas.
Y otro aspecto que tampoco nos ha gustado es el exceso de pintura en el marco de la luna delantera. Si bien la trasera y las laterales aparecen rematadas de manera correcta, no comprendemos por qué el parabrisas parece propio de un vehículo blindado. Sobra pintura y falta finura en el remate.


Resumiendo, Hot Wheels nos deja una correcta reproducción de este precioso Volvo 142 GL de su gama Premium y en su línea habitual nos regala un juego de luces y sombras que aún dejándonos buen sabor de boca se nos antoja escaso a la hora de calificarlo con una mejor nota.


Elección de la pintura, tampografía bastante buena, aspecto racing.


No tiene espejos retrovisores, el chasis podría estar más trabajado, exceso de pintura en el marco de la luna delantera.
NOTA FINAL: 3 RUEDAS






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